viernes, 7 de marzo de 2014

Black, Doom.

Desde el primer día que mis oídos recibieron esos trágicos acordes toda mi esencia comenzó a mutar, nunca volví a ser el de antes. En estas melodías había encontrado ESO que ningún otro tipo de música me supo transmitir: La sensación de que mi alma se congelaba, era un frío acogedor, como si el mas helado de los inviernos me estuviera abrazando, me sentí contenido, consolado. Era como si todo lo malo, todo lo negro y oscuro, todos mis demonios que tenia dentro hubieran salido y se encontraran protegiéndome de la realidad. Nota tras nota, todo mi ser iba sumergiéndose en un oscuro y frío, aunque cómodo abismo, lejos de toda preocupación y libre de todo dolor. Desde ese día siempre que escucho Black o Doom Metal siento lo mismo. Siempre fue el trágico comienzo para un buen día.

En el Black Metal me encuentro cara a cara con mi autodesctructividad. Con Black y Doom metal construí el barco con el que viaje en el mar, con el viento y la espuma en la cara, con el cielo y las estrellas encima de mi. Es el barco que conduje por los acantilados y tormentas de mi vida, con el que me aparté de las aguas poco profundas de mi locura, esperanzado de encontrar en paz en nuevas costas.

Es el barco con el que me hice y con el que me hundiré.




-Facundo Torres.

lunes, 3 de marzo de 2014

Pueblo Apagado.

Se ha vuelto habitual la larga fila de adjetivos calificativos negativos que solo se me ocurren después de que alguien ajeno a mi pueblo me pregunta "¿y como es Maipú?". Es triste que la respuesta sea siempre la misma.

Maipú es un pueblo al que aún se le pueden adjudicar ciertos aspectos positivos. Por suerte no existe esa violenta inseguridad que azota a las grandes urbes, en mi pueblo todavía podemos dormir con las puertas y ventanas abiertas de par en par en esas noches en las que el calor nos empapa la frente. Los nenes todavía corren por el medio de la calle hasta que se hace la hora de cenar y sus madres y padres no se preocupan por lo que les pueda llegar a pasar. El problema de este pueblo podrá no compararse a los problemas que atraviesan otras ciudades de la Nación, no estoy escribiendo esto para quejarme de los servicios ni de la calidad de vida de mi "ciudad" natal, eso seria hipócrita de mi parte, ya que a diferencia de Caleta Olivia, nosotros nunca atravesamos períodos de 25 días sin agua; a diferencia de Buenos Aires, no salimos con miedo a la calle; a diferencia de Formosa, nuestros gobernantes no se pasan nuestros derechos por el culo; a diferencia de Jujuy, nunca tuvimos un indice del 15% de indigencia. Estoy muy consciente de todo esto, e insisto NO ME ESTOY QUEJANDO.

El problema de Maipú radica en su gente. ¿Alguna vez sintieron la frase: "pueblo chico, infierno grande"?. Mi pueblo la lleva al límite. Es triste que al hablar con una persona mayor sobre mi carrera universitaria la conversación siempre termine con un "no nene, no vuelvas al pueblo, no vas a llegar a ningún lado acá, quedate en Mar Del Plata".
Somos 9.000 habitantes, los cuales todos nos hemos cruzado, todos sabemos los apellidos de todas las familias, nunca falta el "adiós" cada 2 cuadras, ya que es la distancia máxima que podes recorrer sin cruzarte a alguien conocido. Pero de alguna manera nos las hemos arreglado para transformar esta confianza en un arma. ¿Que puedo esperar yo como ciudadano de un pueblo en el cual la gente en lugar de alegrarse por que su vecino de toda la vida se compró un 0km, enseguida empieza a confabular horriblemente sobre esa persona y a esparcir rumores sobre la dudosa procedencia de sus bienes? ¿Que se espera para un pueblo en el cual hay personas que intentan meter presas a otras con las cuales han compartido la vida, solo por pertenecer a otro partido político, alegando que usar crédito de un teléfono corporativo es equivalente a robarle al municipio? Un pueblo que se jacta de ser sede de "La fiesta Nacional del Carnaval De La Amistad", yo me pregunto: ¿Cuanta amistad puede haber en una fiesta que supo promover el odio mediante el discurso que representaba el testamento de el famoso Rey Momo?. Pequeño pueblo de violenta política, sucia política. Un pueblo cuyos habitantes parecen carecer de memoria. Un pueblo que imita, y nunca crea. Hace poco nació "Acción Poética Maipú", de la mano de gente que no saben el primer nombre de Benedetti, ni quien escribió "Les Fleurs Du Mal", o "The Raven", gente que no sabe lo que es un poema: "¿Acción Poética?" PUFF.
Hace tiempo que me estoy manteniendo al margen de una de las últimas controversias maipuenses. El tan famoso "Maipú Rezonga". Partamos del a base que es un grupo creado en Facebook, BIEN, ya denota su carácter farandulero. Sigamos por el nombre "MAIPÚ REZONGA", ¿porque no "Maipú Ayuda" o "Maipú Solidario"?, no, no le daríamos bola. A veces me río pero son mas las veces que me indigno al ver como en dicho grupo la gente se jacta de REZONGAR, si, al parecer la gente cree que al publicar un estado sobre el mal estado de las calles de ciertos barrios, o sobre el mal accionar policial, se transforman en una especie de justicieros locales. Déjenme decirles: LAS CALLES NO SE ARREGLAN REZONGANDO EN UNA RED SOCIAL, LOS RUIDOS DE LAS MOTOS NO CESAN PORQUE POSTEAMOS UN ESTADO. Desde que nació este grupo no ha logrado nada mas que aumentar el nivel de insultos y seguir dividiéndonos. Es tan fácil destruir, pero tan difícil crear. Este grupo no hace mas que fomentar el odio, pero tristemente es el mas puro reflejo de la sociedad maipuense.

Aquel pueblo que describe un raspón como si se tratara de una herida de bala: Maipú, sede nacional del quejarse, ojalá algún día dejes de inspirar ese falso patriotismo en los corazones de tus habitantes.



-Facundo Torres.